jueves, 29 de septiembre de 2016

PEDRO OTERO CONCHA Y MARÍA CELORIO VALLE: DE VIBAÑO AL CIELO, PERO JUNTOS


Mis personajes favoritos (Nº 178).

Pedro y María nacieron en el mismu pueblu, Vibaño. Él en 1930 y ella en 1933. Se conocieron allí de críos. En seguida se jicieron novios. Llevan 61 años casaos y viven en la villa desde 2006.
De Vibaño eran también los padres de ambos. El padre de Pedro, Rafael Otero, se dedicaba al campu y tenía ganáu, y a lo mismu taba la madre, Dolores Concha.
Na más salir de la escuela, Pedro empezó a ganase el pan con el sudor de su frente, en la labranza y cuidando vacas, y luego jizo compatible esto con el trabaju d’ obreru de la construcción y en l’ arenera de Bolao. Con el tiempo, s’ empleó nel Ayuntamientu. Primeru, en el serviciu de limpieza de playas, po’ l veranu; y luego, a partir de 1989, en l’ empedráu del cascu medieval de la villa (lo que i-llamaban el ARI, o sea, Área de Rehabilitación Integrada, un programa históricu y ejemplar de recuperación urbana).
Pedro no é que sea muy fuboleru, pero puestos a tomar un pocu a pechu el fúbol, tira más p’ al Oviedo que p’ al Sporting. Pero, sobre tóu, lo que más i-atrae é escuchar en la radio al su nietu Eduardo Pidal Otero, un buen periodista deportivu que antes estaba en la Cadena SER y ahora en ONDA CERO.
María, jiya de José Celorio y de Milagros Valle, es la esposa y la compañerina inseparable de Pedro. El su padre era madreñeru y labrador, y murió a los 47 años. María lleva compartiendo con Pedro toda una vida, que se diz prontu. Tienen tres jiyos: Ana, casada con Eduardo Pidal, de Pendueles; Pepe, que vive en Guadalajara (Méjico) desde los 18 años y tá casáu con Karina Márquez, mejicana; y Rafael, residente en Oviedo y casáu con Isabel Pérez, de Vegadeo. Y cinco nietos: Eduardo, Pedro y Manuel (jiyos de Ana); Ana Karen (de Pepe); y Sergio (de Rafael).

No hay comentarios: