¡Cuánta jondura hay en las referencias familiares de Friqui! É jiya de María Jesús Goti Somohano (Chucha la Churrera, una de las mujeres más importantes y admiradas del Llanes del siglo XX) y de Pedro Amieva Noriega, pescador muertu muy joven (en 1932). É nieta de Juan Toribio Goti Parás, que dio la vuelta al mundu a bordu del “Nautilus”, y hermana pequeña de Josefina, Pedro, Tomás (el del restaurante La Marina) y Maxi (el del Colón). Tomás y Maxi ya fallecieron.
Llanisca de pura cepa. Esto s’ evidencia hasta en su forma de jablar, a la que no i-falta un toque de socarronería.
Friqui tuvo un maridu muy buenu, Pepe Garaña Junco, que ya se-i-murió. Habían sido emigrantes en París 3 o 4 años. Él trabajaba en una tintorería, ocupándose del mantenimientu, y ella recosía y repasaba y recomponía la ropa que se lavaba allí.
En realidá, lleva toda la vida cosiendo (ya con el su hermanu Tomás, que era sastre, jacía de pantalonera), e inclusu dio talleres de costura en la Casa de Cultura.
Pepe, a medias con su cuñau Maxi, fue dueñu del palaciu de Posada Herrera (hoy Casa de Cultura), onde pusieron una sidrería. Los dos cogieron luego el bar Colón. El maridu de Friqui abriría más tarde por su cuenta el bar J. Charles, frente al Cinemar, y finalmente trabajaría d' enterrador, igual que había jechu el su padre.
El matrimoniu Garaña-Amieva tuvo 2 jiyos: Juan Ignacio, que falleció a los 28 años, y José Carlos, que é un buen guitarrista y anda ganándose la vida por Londres.
De la pérdida de Juan, Pepe no llegó a recuperase nunca y probablemente eso precipitó su final. A Friqui, que lo sobrelleva como puede, con dignidad y aparente fortaleza, nos gustó vela l’ otru día por el Sablón, acompañada d’ un perrín, reconcentrada ella en sus soledades, justu en el mismu sitiu onde Chucha situaba su puestu de patatas fritas.
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